Hoy necesitaba feria para el camión,
y solo traía $20... así que me vi obligada a comprarme una tutsi pop.
Con tanta alegría y desesperación le quité el envoltorio,
puse la paleta en mi boca
y al primer contacto con mi lengua
llegó el dulce sabor de la nostalgia...
Llegué a la siguiente parada de camión,
y me hallé de nuevo en el dilema
si sería conveniente comprarme otra paleta...
como nadie me veía (y me podía justificar con falta de feria)
me compré una paleta de sandía con chile.
Después de llegar a mi casa, comer y contarle mi anécdota a mi madre,
me dispuse a encerrarme en mi cuarto,
quitar el misterioso envoltorio de la paleta
y colocarlo en mi boca.
Mis papilas se estremecían por lo ácido,
mi boca comenzó a salivar en exceso
y yo no pude evitar mostrar una sonrisa.
(Es grandioso lo que puede hacer un dulce...
tranformar un día normal en un día llenos de recuerdos)
viernes, 15 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
GOLOSAAAAA, PERFIDAAAA, CHUPADORAAAA, SUCCIONADORAAAA...PERO DE PALETAS, no mal entiendan ;)
nos vemos ciaooo!
Publicar un comentario